Wednesday, November 27, 2013

Dressed in black again


La necedad monocroma de mi vestimenta me ha legado un montón de anécdotas curiosas y cientos de malentendidos. Entre ellos, recuerdo con honesto cariño a un colega ofreciendo sus condolencias por lo que fuera me hubiera sucedido durante el temblor de 1985, en México, mientras atendía una ceremonia conmemorativa en el patio del colegio en que trabajábamos.

La mayor de las confusiones, sin embargo, hace que las personas que poco me conocen asocien mi apariencia con la de los miembros de la llamada subcultura Dark o Gótica. Lo cual, a su vez, provoca que se escandalicen cuando llego a usar una prenda de otro color. Yo digo que me hace falta muchísimo maquillaje para ser "adoptable" por tal grupo y, a veces, cuando estoy de buen humor, explico que en todo caso soy Glam "a la Bauhaus". Osea, que soy demasiado pobre para pedir a Kansai Yamamoto que diseñe para mí y, aparte, terriblemente self-conscious como para sentirme cómoda usando lentejuelas al viajar en el metro.

Pero el lado B de la historia nunca lo cuento y es, nada menos, que una colección de rolas muy amadas que va aumentando de a poco. La favorita, por supuesto, a cargo de The Smiths: